jueves, 30 de agosto de 2012

Gloria

Era como volver a casa  y poner las zapatillas: cómodo, entrañable, natural, descansado y más cosas.

Hacía mucho que no hablaban porque la vida y los trabajos las habían llevado a lugares lejanos, pero se había acordado de ella y le envió un sms para no interrumpir  (por si estaba en medio de una operación) con un simple " hola que tal?".
No sabia si le podría contestar o no.

Se había acordado de ella muchas veces, pero un día por otro, una pereza por otra, había dejado pasar más tiempo de la cuenta.

Le respondió con un "hooola, te llamo". Y hablaron y hablaron mucho rato: de sus vidas, de sus trabajos, de la vida en general... Cuando colgaron, prometieron intentar verse pronto. Aún le duraba el buen humor de aquel encuentro. 

La había conocido  unos cuantos años atrás, cuando estaban eligiendo dónde irían a trabajar. Le había caído bien desde el principio y sin saber muy bien cómo y un poco por azar, habían acabado eligiendo el mismo destino.
Para ambas era estar un poco más cerca de casa y en un trabajo que les gustaba. Así empezaron a trabajar y a verse y a discutir profesionalmente de fármacos, casos, actitudes, organización... y a hablar de la vida y de sus cosas. 
Le encantaba trabajar con ella porque era de esas personas que transmitía pasión por el trabajo y por todo lo que hacía, que argumentaba sus decisiones y siempre escuchaba, que le importaba la gente, que nunca buscaba su beneficio. Era buena persona. Era buena profesional. Estaba segura de que seguía igual, ¡hay gente que no cambia y no debe cambiar!.

Con el tiempo valoraba cada vez más haberla conocido y haber podido trabajar con ella: Trabajar y estar al lado de alguien que te hace mejor es un raro privilegio. Nunca había vuelto a trabajar en un ambiente tan profesional como en aquel tiempo, y lo echaba de menos.

Aunque cambió de destino siguieron en contacto y se veían en cursos mas o menos obligatorios, pero que eran la excusa perfecta para volver a encontrarse.
Pero pasó lo que suele pasarle a gente así: 1) es incómoda para jefes mediocres (porque les exige trabajar bien) y poco a poco la van machacando.  2) no puede vivir mucho tiempo en un ambiente profesional sin perspectivas de mejora y no puede ser que te corten siempre las alas.
Así que decidió cambiar y dedicarse a otra especialidad. Lo entendía.

Quizá pasaron unos meses sin hablar, pero recordaba claramente la conversación que habían tenido cuando acababa de saber que tenía probablemente un tipo de cáncer. Recordaba su "Ay!" y su "no te preocupes que eso se cura. Vente para acá". Y no pasó un solo día de tratamiento sin que bajara a verla, aunque a veces  ni se enterara porque no estaba para nada, aunque fuera poco rato. Allí estaba, para dar un ratin  de conversación o ánimo al acompañante de turno o quedarse con ella mientras vomitaba y darle después un abrazo. Nunca le había dicho lo que habían sido para ella aquellos ratines, porque siempre sintió que no hacía falta hacerlo: ya lo sabía.

Cuando aquello acabó, le ofreció su casa para pasar unos días y le presentó a su familia, la llevó a comer a una posada  portuguesa, le enseñó una vía verde ( la primera que veía, desde entonces siempre que veo una me acuerdo de aquella. Algún día la haré con mis hijos en bici), los arrives,... y sobre todo compartieron tiempo: un placer.

Como no podía ser de otra manera, vino a mi boda y volvió para conocer a mis hijos.

Pero ya hace demasiado tiempo que no la veo y eso hay que arreglarlo.

En cualquier caso y hasta que ocurra, es un lujo, un placer y un privilegio tener amigas así. Y aún nos quedan muchos años y mucha vida por delante.


miércoles, 22 de agosto de 2012

Te comento

Erase un día de verano,
érase una ola de calor superlativa,
érase un incendio provocado,
érase una tarde muy tranquila,

hasta que..

- "Hola mira, te comento: Id al apeadero de Tramollinos de Abajo, porque llama un hombre desde un tren y me dice que se va a bajar allí y se va a quemar, porque se quiere suicidar, claro.
- Hombre ya imagino que no será para iluminar la noche!. ¿Sabemos en qué tren va?
- No
- Bueno,  ¿sabemos si el tren tiene parada en Tramollinos y cuánto le falta para llegar?
- No
- Ah!!. Es que si no tiene parada...
- Ya, ya, llamaré a RENFE, pero id yendo a Tramollinos.
- Bien,¡espera no cuelgues!  ¿sabemos qué pinta tiene o cómo se llama el individuo?.
- Pues no se lo he preguntado.
- Ah!! Pues podrías preguntarle, porque si en Tramollinos  bajan 25 ¿a quién echamos el guante?. Hombre si baja con bidón de gasolina, pues a ese, pero si no...
- Pues no lo había pensado, es verdad que es todo un poco confuso. Id yendo que cuando sepa algo más te llamo.

Ni-no, ni-no, ni-no... ponemos rumbo a Tramollinos sin mucha tensión y haciendo las bromas pertinentes. Habiendo recorrido 8km suena el teléfono:

- Hola, mira, te comento ( "no se si quiero saber mas"): al parecer se han bajado del tren unos pasajeros. Pero bueno, lo que importa: uno de ellos se ha tumbado delante del tren,  en las vías, para que lo atropelle y allí está. El próximo tren no pasa hasta dentro de 3 horas.
- jajajaja...(carcajada general)  Perdona me estás diciendo que como el hombre está en la vía, el tren está parado y  no "lo suicida"?, ¡desde luego ya no quedan trenes como los de antes!. 
- eh, pues si. Bueno nada, que lleguéis hasta alli.

En fin, con las cosas más claras respecto a lo que vamos y tratándose de un caso que requiere de años de estudio, llegamos. 
No tuvimos que levantarlo, afortunadamente llegó la Guardia Civil antes (en estos casos es de lo mas expeditiva), aplicó el tratamiento correcto y el tren siguió su trayecto. 
En un momento estábamos de vuelta con el individuo, para que le echara un vistazo el Psiquiatra y alejarlo de las vías.
Fin del servicio.
Llama para datos: - " ¿tratamiento?" . Me dieron ganas de decir "de usted", pero no me lo iba a entender y es mejor no pasarse.

Ps. el suceso se basa tanto en hecho reales, que lo es.

martes, 21 de agosto de 2012

Avisos pintorescos (II): escozor

Uno piensa que una urgencia es algo mas o menos grave, pero que requiere ser visto por un médico en un plazo breve.
Uno piensa que una emergencia es algo muy grave o potencialmente muy grave que debe ser atendido deforma inmediata.
Uno piensa (al menos yo lo pensaba) que para llamar al médico a casa la cosa tiene que estar muy mal, y para que venga la UVI pues poco menos que muriéndose.
Uno piensa que la gente con sentido común cuando se encuentra mal, pero puede moverse, va al médico y no espera a que el medico vaya a casa, es mas, ni lo llama.
Uno piensa, bueno, concretamente yo pensaba que "un hombre solo se queja cuando tiene las tripas enrolladas a un brazo", que era exactamente lo que decía mi abuelo y lo que practicaba. Así que yo siempre creí en ello como una máxima absoluta del género masculino.
Nada mas lejos de la realidad. 
No hay como trabajar en una UVI móvil para que se vayan cayendo por su peso todas y cada una de las afirmaciones anteriores.

Pongamos un ejemplo práctico y real ( o más bien surrealista):

Un día cualquiera no sabes que hora es, te despierta el móvil sin saber por qué...

-" Hola, mira te comento: llama un hombre de 60 años, que acaba de llegar de un viaje de 500 km y tiene........... ¡ESCOZOR EN EL PENE!. Calle x , nº 5."

-" ¿Cómo?... perdona, pero le has dicho que se lave, se seque y...(dé esplendor! eso no se dijo), vaya al médico de su centro de salud. Vaya que digo yo, que si ha hecho 500 km, podrá hacer 500m más! ".

-" eh!!! pues no, no se lo he dicho..ejem, lo valoras y tu verás!".

La luz de la mañana entra en la habitación.
Te asomas a la ventana, eres la chica de ayer ( más que nada porque llevas casi 24h aquí). 
Demasiado tarde para comprender. Tu cabeza da vueltas maldiciéndole. 

En fin que llegas al domicilio  y el tío te lo quiere enseñar. 
-"Eh, eh pare, pare!. ¿Le ha cambiado de color, le duele, tiene algún tipo de erupción, fiebre...?"
-"No, solo me escuece".
- "Pues muy bien. Lávese bien, séquese y se va a su centro de salud y se lo cuenta a su médico, que le hará una inspección, unos análisis o un cultivo o lo que sea y le pondrá el tratamiento adecuado".
-" ¿Pero no me lo hacen ustedes?"
-" Pues no, somos la única UVI móvil de la ciudad y esto suyo no es algo vital, aunque entiendo que a usted le moleste. Adiós, buenos días".

Obviamente no había tripas de por medio, no parecía que la tuviera que llevar en enrollada a un brazo, no era una emergencia, había llamado a la UVI! y carecía de todo sentido común. 
Aunque no era el único: "te comento" se había cubierto de gloria.


Todo parecido con la ficción es falso.