Al fin había vuelto a trabajar. No es que hubiese pasado mucho tiempo de baja, pero eran unos meses.
En contra de la opinión de su medico había vuelto, para volver a retomar su vida normal, su vida al fin y al cabo.
La revisión de cirugía era normal y se sentía bien, con alguna molestia pero bien. Ademas era probable que dichas molestias no fuesen a quitarse nunca, así que en cuanto tuvo el consentimiento de los especialistas había vuelto.
En cuatro horas de trabajo sintió como si no se hubiese tenido que tomar el tiempo de baja. Agradeció ver que sus compañeros y los del hospital la habían echado de menos, a ella no le había dado tiempo, pero la sensación de volver le hacia pensar que inconscientemente sí.
Siempre le había gustado su trabajo, pero se daba cuenta de que disfrutaba todo salvo la falta de sueño: era su tiempo de soledad, de estudio, de docencia, de ayudar a los demás, de leer, de ser profesional, un complemento perfecto al tiempo libre, un montón de vivencias que compartías con gente que te entendía. Le gustaba.
Mirando atrás estaba agradecida porque esta vez también había ido todo bien o casi bien. Y todos le habían demostrado una vez mas cuánto la querían y ella sabía que había que dejarse querer y cuidar, porque éso es lo que da fuerza para pasar el día sin desesperar, disfrutando de los momentos buenos y dejando pasar los malos sin mas importancia que sufrirlos lo que toque.
Cuando vio la mamografia tuvo angustia y miedo, por lo que podría ser según parecía. Llamó a sus soportes y lloró y la consolaron y le pararon la cabeza y se sintió de nuevo querida y arropada.
Había que respirar hondo y volver a dar malas noticias y esperar y confiar en que no fueran demasiado malas.
Se había venido abajo cuando pensó en los niños, cuando se vio con otra quimio encima y sin saber si sería capaz de estar de buen humor pero allí estaba él para decirle que tranquila, que ya se vería y habría que enfrentar las cosas según vinieran poco a poco.
Y se fue de nuevo a hacer biopsias y TAC y consultas de cirugía y de plástica y de rayos y a esperar de nuevo resultados.
Fue a todo como paciente normal, pero todos sin excepción la y la trataron como si fuese alguien especial en todo el hospital. Es algo que siempre agradecería.
El resultado de la biopsia fue de lo malo lo mejor. Cuando se lo dijo a una amiga de urgencias, ésta la abrazó y le dio la enhorabuena: era para estar contentas.
No era fácil cogerle vías venosas, sencillamente porque las que habían quedado de la vez anterior eran pequeñas, se rompían, se inflamaban con facilidad y dolían. Se podía haber hecho una cirugía pero su piel estaba radiada y se podía complicar, así que le recomendaron otra mas agresiva pero mas segura. Y se complicó y hubo que poner injerto y todo se alargó un poco. Pero salió bien.
Recuerda que los niños fueron a verla al hospital y podía caminar un poco y ellos le preguntaron si le dolía, cuando vieron que podían tocarla y darle besos y abrazarse con cuidado, todo fue normal. Y le contaron muchas cosas y se fueron a merendar porque el hambre es el hambre. La vida seguía bien.
Fueron un par de meses un poco cansados pero poco a poco estaba mejor y cuando la oncóloga le dio el alta, no le cabía la sonrisa en la cara ni el agradecimiento en el pecho y lloró, pero esta vez de alivio y tranquilidad y llamó a sus soportes y compartió con ellos las buenas noticias.
Aun quedaba tiempo para estar bien y para poder hacer vida normal, pero todo iría bien.
Y aquí estaba unos meses después: Agradecida por tantas cosas como le había dado la vida y dispuesta a seguir disfrutándolas.
Algunos le dicen que es fuerte o luchadora o cosas por el estilo, ella tan solo piensa que son circunstancias de la vida que hay que afrontar como se pueda, porque no es algo de lo que puedas pasar y no tienes mas remedio que vivir. Y ella siempre dice que tiene suerte ( y no por la salud precisamente) por tener mucha gente que la quiere y así la vida se lleva mucho mejor.
A todos solo puedo deciros una vez mas: GRACIAS.
Cuando vio la mamografia tuvo angustia y miedo, por lo que podría ser según parecía. Llamó a sus soportes y lloró y la consolaron y le pararon la cabeza y se sintió de nuevo querida y arropada.
Había que respirar hondo y volver a dar malas noticias y esperar y confiar en que no fueran demasiado malas.
Se había venido abajo cuando pensó en los niños, cuando se vio con otra quimio encima y sin saber si sería capaz de estar de buen humor pero allí estaba él para decirle que tranquila, que ya se vería y habría que enfrentar las cosas según vinieran poco a poco.
Y se fue de nuevo a hacer biopsias y TAC y consultas de cirugía y de plástica y de rayos y a esperar de nuevo resultados.
Fue a todo como paciente normal, pero todos sin excepción la y la trataron como si fuese alguien especial en todo el hospital. Es algo que siempre agradecería.
El resultado de la biopsia fue de lo malo lo mejor. Cuando se lo dijo a una amiga de urgencias, ésta la abrazó y le dio la enhorabuena: era para estar contentas.
No era fácil cogerle vías venosas, sencillamente porque las que habían quedado de la vez anterior eran pequeñas, se rompían, se inflamaban con facilidad y dolían. Se podía haber hecho una cirugía pero su piel estaba radiada y se podía complicar, así que le recomendaron otra mas agresiva pero mas segura. Y se complicó y hubo que poner injerto y todo se alargó un poco. Pero salió bien.
Recuerda que los niños fueron a verla al hospital y podía caminar un poco y ellos le preguntaron si le dolía, cuando vieron que podían tocarla y darle besos y abrazarse con cuidado, todo fue normal. Y le contaron muchas cosas y se fueron a merendar porque el hambre es el hambre. La vida seguía bien.
Fueron un par de meses un poco cansados pero poco a poco estaba mejor y cuando la oncóloga le dio el alta, no le cabía la sonrisa en la cara ni el agradecimiento en el pecho y lloró, pero esta vez de alivio y tranquilidad y llamó a sus soportes y compartió con ellos las buenas noticias.
Aun quedaba tiempo para estar bien y para poder hacer vida normal, pero todo iría bien.
Y aquí estaba unos meses después: Agradecida por tantas cosas como le había dado la vida y dispuesta a seguir disfrutándolas.
Algunos le dicen que es fuerte o luchadora o cosas por el estilo, ella tan solo piensa que son circunstancias de la vida que hay que afrontar como se pueda, porque no es algo de lo que puedas pasar y no tienes mas remedio que vivir. Y ella siempre dice que tiene suerte ( y no por la salud precisamente) por tener mucha gente que la quiere y así la vida se lleva mucho mejor.
A todos solo puedo deciros una vez mas: GRACIAS.