Se que parecerá mentira, pero este tipo de aviso ya ha alcanzado el número suficiente como para ser considerado una categoría en si mismo. Recuerdo la perplejidad que me causó el primero, la indignación del segundo, el estupor del tercero al ver que aquello se convertía en norma y de ahí en adelante la resignación.
Estos avisos empiezan todos igual:
- Hola, mira, te comento: es una apertura de puerta.
- Perdón, ¿una qué?.
- Una apertura de puerta.
- ¿Ahora somos cerrajeros?.
- No, el cerrajero/ bomberos están de camino.
- Entonces ¿a qué vamos?.
- Bueno, es para que estéis allí cuando abran la puerta, por si hay algo.
- Ah!........!!!
Y acaban todos igual: cerrando la puerta por fuera.
AVISO 1:
- Hola, mira, te comento: es una apertura de puerta.
-......!!!!
- Nos llama una señora de unos 80 años, porque ha ido a casa de una amiga a buscarla para ir a misa de 11 y no le abre la puerta. Y tiene miedo de que le haya pasado algo.
- Ya. ¿Sabemos si esta mujer está en casa? ¿puede ser que haya salido a comprar?.
- Pues no lo sabemos. Estamos llamando al teléfono del domicilio y no contesta nadie.
- Pero no vamos a tirar la puerta abajo porque no esté en casa o no le quiera abrir a esa señora,¿verdad?
- Eh... no. Bueno, el caso es que hay un vecino que tiene llave de la casa por si pasa algo y ya he hablado con él.
- Bien, pues que abra la puerta,entre y si hace falta algo vamos.
- Ya, pero es que no se atreve.
- Pues que le de la llave a la amiga.
- Pero me dice que como el depositario de la llave es él, que cómo se la va a dar a esa señora que no conoce de nada. Así que he pensado, (maaalo), que vayáis vosotros a abrir la puerta y si si hay algo pues actuáis.
- Pero ¿qué me estás contando?, ¿a ti te parece que éste es un tema sanitario?.
- No, pero puede serlo y yo creo que debéis estar allí.
- Ya, y si lo que hay es un tesoro ¿qué tengo que hacer: le tomo la tensión o me lo quedo?.
- Bueno, no hablemos mas, ¡id yendo!.
- Esta bien, pero llama a la policía para que vaya porque son los que deben y pueden entrar a un domicilio antes que yo y yo entro detrás de ellos.
- ¡Sí, claro, y movilizo todos los recursos!. Vais vosotros primero y si necesitas algo me vuelves a llamar.
Siete minutos más tarde, en el domicilio, vemos al vecino y a la amiga.
- Hola, me pasas a "te comento".
- .....
- Sí, dime, ¿ya habéis entrado?
- No, este señor no quiere entrar y nosotros no lo vamos a hacer sin policía u orden judicial, porque esta mujer es autónoma y puede haber salido, ya que de hecho nos dicen que entra y sale sin horarios fijos; y nosotros no tenemos por qué entrar en su casa a nada. Así que te repito: manda a la policía.
Unos 10 minutos mas tarde apareció la policía, mucho más que asombrados con la situación que nosotros, para decirnos que sin orden judicial o sospecha de delito o integridad para las personas no entraban en el domicilio.
En fin, en éstas estábamos, en si pedir o no orden judicial, cuando se abrió la puerta del ascensor y salió Agustina tan feliz, con unos calabacines para hacer puré y otra bolsa de la carnicería porque iba a tener visita.
- Hola... fin del servicio.
- ¿Damos datos?. (teleoperador del centro coordinador... o lo que sea)
- Si, ¿qué necesitas?.
- Datos de filiación del paciente: nombre, apellidos...
- ¿Por paciente entendemos a una señora fue a hacer la compra, al vecino o a la amiga preocupada?
- ......... Pues el que estuviese peor....
- Entonces hay que buscar el paciente en otro lado.
- Pues pongo que no hay paciente, no hay problema ( me lo dijo con un tono de felicidad: como si hubiese resuelto el origen de los agujeros negros y las estrellas enanas). ¿Qué maniobras hicisteis?.
- Pues al principio intentamos las de razonamiento, después las de evasión y finalmente aceptación y ayudamos a meter las bolsa de la compra en casa.
- ¿Me estás vacilando?
- Pues no, pero es lo mismo que pensé yo.
Una hora después de que sonara el el tf, volvimos a la base con el deber cumplido de ayudar al ciudadano en cualquier circunstancia.
Vaya, como decía algún comentario en otra entrada, igualico que "héroes".