lunes, 27 de febrero de 2017

AGRADECIDA

Al fin había vuelto a trabajar. No es que hubiese pasado mucho tiempo de baja, pero eran unos meses. 
En contra de la opinión de su medico había vuelto, para volver a retomar su vida normal, su vida al fin y al cabo.
La revisión de cirugía era normal y se sentía bien, con alguna molestia pero bien. Ademas era probable que dichas molestias no fuesen a quitarse nunca, así que en cuanto tuvo el consentimiento de los especialistas había vuelto.
En cuatro horas de trabajo  sintió como si no se hubiese tenido que tomar el tiempo de baja.  Agradeció ver que sus compañeros y los del hospital la habían echado de menos, a ella no le había dado tiempo, pero la sensación de volver le hacia pensar que inconscientemente sí.
Siempre le había gustado su trabajo, pero se daba cuenta de que disfrutaba todo salvo la falta de sueño: era su tiempo de soledad, de estudio, de docencia, de ayudar a los demás, de leer, de ser profesional, un complemento perfecto al tiempo libre, un montón de vivencias que compartías con gente que te entendía. Le gustaba.

Mirando atrás estaba agradecida porque esta vez también había ido todo bien o casi bien. Y todos le habían demostrado una vez mas cuánto la querían y ella sabía que había que dejarse querer y cuidar, porque éso es lo que da fuerza para pasar el día sin desesperar, disfrutando de los momentos buenos y dejando pasar los malos sin mas importancia que sufrirlos lo que toque.

Cuando vio la mamografia tuvo angustia y miedo, por lo que podría ser según parecía. Llamó a sus soportes y lloró y la consolaron y le pararon la cabeza y se sintió de nuevo querida y arropada.
Había que respirar hondo y volver a dar malas noticias y esperar y confiar en que no fueran demasiado malas.
Se había venido abajo cuando pensó en los niños, cuando se vio con otra quimio encima y sin saber si sería capaz de estar de buen humor pero allí estaba él para decirle que tranquila, que ya se vería y habría que enfrentar las cosas según vinieran poco a poco.

Y se fue de nuevo a hacer biopsias y TAC y consultas de cirugía y de plástica y de rayos y a esperar de nuevo resultados.
Fue a todo como paciente normal, pero todos sin excepción la  y la trataron como si fuese alguien especial en todo el hospital. Es algo que siempre agradecería.

El resultado de la biopsia fue de lo malo lo mejor. Cuando se lo dijo a una amiga de urgencias, ésta la abrazó y le dio la enhorabuena: era para estar contentas.
No era fácil cogerle vías venosas, sencillamente porque las que habían quedado de la vez anterior eran pequeñas, se rompían, se inflamaban con facilidad y dolían. Se podía haber hecho una cirugía pero su piel estaba radiada y se podía complicar, así que le recomendaron otra mas agresiva pero mas segura. Y se complicó y hubo que poner injerto y todo se alargó un poco. Pero salió bien.

Recuerda que los niños fueron a verla al hospital y podía caminar un poco y ellos le preguntaron si le dolía, cuando vieron que podían tocarla y darle besos y abrazarse con cuidado, todo fue normal. Y le contaron muchas cosas y se fueron a merendar porque el hambre es el hambre. La vida seguía bien.
Fueron un par de meses un poco cansados pero poco a poco estaba mejor y cuando la oncóloga le dio el alta, no le cabía la sonrisa en la cara ni el agradecimiento en el pecho y lloró, pero esta vez de alivio y tranquilidad y llamó a sus soportes y compartió con ellos las buenas noticias.

Aun quedaba tiempo para estar bien y para poder hacer vida normal, pero todo iría bien.

Y aquí estaba unos meses después: Agradecida por tantas cosas como le había dado la vida y dispuesta a seguir disfrutándolas.

Algunos le dicen que es fuerte o luchadora o cosas por el estilo, ella tan solo piensa que son circunstancias de la vida que hay que afrontar como se pueda, porque no es algo de lo que puedas pasar y no tienes mas remedio que vivir. Y ella siempre dice que tiene suerte ( y no por la salud precisamente) por tener mucha gente que la quiere y así la vida se lleva mucho mejor.

A todos solo puedo deciros una vez mas: GRACIAS.

Resultado de imagen de snoopy un dia moriremos


domingo, 18 de octubre de 2015

Adictos

Había ido a otra ciudad a realizar una guardia. No conocía a nadie allí. Tampoco había trabajado nunca con aquellos compañeros con los que iba a compartir el día.
Hacía calor y no habían parado en toda la mañana y sonó un aviso.
Nada espectacular en principio: "una discusión familiar... llama central de policía... no tengo más datos".

En cuanto dijo la dirección, se dio cuenta de que a sus compañeros se les cambiaba la cara de "a ver qué hay" por "otra vez los mismos". Sin preguntar le expusieron los antecedentes: " vamos más de una vez por semana, desde hace dos o tres años.  Son una pareja joven con un crío de 4 años. Ella bebe, él no sabemos, tienen broncas y nos llaman unas veces ellos, otras la policía, otras los vecinos... Sin solución porque no tenemos nada que hacerles".

Anotó sus quejas y sus comentarios, pero no quiso dejarse influir por ellos. Al fin y al cabo no los conocía y no podía valorar en su justa medida lo que le decían.

Efectivamente, cuando llegaron se dio cuenta de que no se habían equivocado. En esta ocasión estaba la patrulla en el domicilio. La casa estaba perfectamente ordenada y limpia. Les había llamado el marido porque después de discutir, ella había llamado a la policía para denunciarlo por malos tratos y él había querido que fueran para asegurarse de que en el informe no ponía que había lesiones, porque no la había tocado. 
Con este panorama decidió hablar con ellos por separado. 

Primero con el marido: todo había empezado porque le encontró una botella de vino en el horno.Y claro, ella había negado que fuera suya y lo había acusado de ponerla él allí. 
Estaba desesperado.
No quería abandonarla porque era consciente de que tenía un problema, pero no sabia qué  más hacer para ayudarla, ya estaban yendo a un psiquiatra y un psicólogo y no mejoraba. Además no quería separarse porque si no le daban a él la custodia, ¿cómo iba a dejar a su hijo con aquella mujer tan inestable?.
Lo escuchó sin interrumpir. Entendía su sufrimiento y su complicada situación. No era fácil.
Cuando terminó de hablar a borbotones, volvió a preguntarle qué podía hacer.
Entonces se lo dijo: "tu mujer es una adicta, de libro. Está enferma y en mi experiencia, con lo pasos que estáis dando, no es suficiente. Debe ir a un centro especializado y el camino es largo y duro y relativamente poco costoso si lo pones en relación con toda la vida, pero tiene solución. A parte de lo que me has dicho, es así en muchas cosas ¿verdad?."  (y comentó otras características de su personalidad )
El, se sorprendió tanto de que por fin todo comenzase a encajar, que no sabia qué decir.
Ella continuó: "tienes que hablar con tu mujer y con un especialista en adicciones. Es vuestra responsabilidad y vuestra decisión. Aquí tienes un tf al que llamar, una web, y en Internet hay otros muchos. Hazlo."

Y en un folio que él le dio, le escribió una dirección web.

A continuación habló con ella a puerta cerrada, sólo con la presencia de su enfermera. Al principio  lo negó todo y acusó a su marido. Pero cuando le paró el discurso y le dijo que entendía por lo que pasaba, que no le iba a servir intentar engañarla, que era alcohólica, que estaba enferma, que no era mala persona y no era la única del mundo así, que sabía que escondía bebida y que se la podía encontrar, que no podía parar de beber cuando empezaba y que conocía su culpa por no ser buena madre, su frustación, su infelicidad, sus intentos de suicidio, su afán por controlarlo todo... y mas... y no la había visto en su vida.
Se echó a llorar y  le dijo que nadie le había hablado nunca tan claro, que ni el psicólogo ni el psiquiatra le habían dicho que era la adicción era una enferma, que ella creía que era por ser débil, que tenia miedo de perderlo todo, que veía que lo que hacia no funcionaba ... y le preguntó qué hacer.

Los sentó juntos en el salón,  les puso el teléfono en la mano, les dio la copia de la historia clínica en la que sólo constaba "mujer adicta al alcohol. Plan: ponerse en contacto con centro especializado en tratamiento de adicciones, ej Instituto Castelao". fecha y firma.

Se despidió de ellos con una única palabra : "llamad".

Ya en la calle, la enfermera le dijo que era la primera vez que había visto una intervención con el objetivo de solucionar el problema, porque todos pensaban que no la tenía y lo habitual era enviarla a urgencias de donde le daban el alta acto seguido y  no cambiaba nada. Le prometió enviarle un wap si no volvían al domicilio en un mes.

Hoy recibió un wap de un remitente desconocido: " aún no hemos vuelto a la calle Granada". Y sonrió.

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(Dejo los enlaces por si resultan de utilidad a alguien que pase por aquí, ¡aunque sea por error!)

http://www.geocities.ws/caminando.juntos/aa/aa_literatura/personalidad_del_alcoholico.pdf

http://www.institutocastelao.com/


martes, 2 de junio de 2015

Para no echarte de menos

Me dicen los niños que te escriba para no echarte de menos.
Ellos lo hacen y se sienten bien, yo lo hago y me siento morir. 
Se que volverás, pero aún no. 
Se que estás bien, que es una buena decisión y que era necesario. Estoy tranquila cuando lo pienso. 
Pero te echo de menos:todo el dia y todas las noches. Cosas tan tontas como contarte el dia de guardia (de nada) que llevo, la lista de compra para mañana,comentar el gol de Messi y las canastas de Lebron, el dia de calor o que me riegues las flores, hablar de los niños y de lo que has hecho tú... 
Echo de menos el beso de antes de dormir y el de salir de casa y el de volver a casa. 
Me fastidia tener que poner el despertador y echo de menos el sonido de ZZTop y los golpecitos del afeitado en el lavabo, que marcaban mi hora de levantar y hacerlo y que oliera a café cuando llegaba a la cocina. 
Y te echo de menos despues de acostarlos, cuando vuelvo al sofá. Ahora me sobra rato de sofá y me sobra Tv y no se qué hacer, porque como tú dijiste una vez, "salvo porque nada es lo mismo, todo sigue igual". 
Sí, echo de menos tu sonrisa , tu mirada, tu piel... 
No puedo, aunque quiera evitarlo, no echarte de menos y no me consuela pensar que siempre será mejor que echarse de más. 
Quiero que vuelvas antes de que se acabe la botella de Fairy, quiero decir: antes de que "yo" acabe la botella de Fairy, porque fregar la cena es cosa tuya y yo solo quiero hacerlo de prestado. 
Quiero que vuelvas antes de que al armario de tu ropa se le vaya el olor de tu colonia, antes de que tenga que llevarte la ropa de abrigo. 
Quiero que vuelvas antes de que empiece el nuevo curso y tenga que llevar mochilas llenas. 
Quiero que vuelvas... pero nunca antes de que puedas que volver.
Y aunque se que no puedes leerme, antes de irme a dormir, queria decirte que te quiero y que escribir para no echarte de menos, no funciona.

domingo, 3 de mayo de 2015

Por ellos.

Por ellos las puestas de sol y las madrugadas,
por ellos los sueños de amor y las noches cansadas, 
por ellos las palabras bellas, las dulces canciones,
el llanto, la risa, los abrazos, las cavilaciones.


Por ellos cada despetar, cada sentimiento,
las flores, la música, el mar, la lluvia, y el viento;
la luz, el color, el fuego, la tierra, y el agua;
azules y grises recuerdos, el futuro y la calma.


Por ellos la ilusión y el gozo de vivir queriendo;
por ellos sigue viva la estrella que guía mis pasos;
por ellos no me desmorono ante los fracasos.


Por ellos miro siempre el sol desde mi ventana,
por ellos tengo aún ilusión en el fondo del alma.

Por ellos me imagino el cielo como un beso eterno,

por ellos me pongo a cantar aunque esté sufriendo.



Por sus aspiraciones y su fantasías;

por sus desolaciones y sus alegrías;
suspiros, corazón, pasión, poema y plegaria,
y todo lo que no se puede decir con palabras.




GRACIAS.

Feliz dia

miércoles, 19 de febrero de 2014

Dias de poesía


Hay días blancos, grises, negros y de colores diversos. 
Hay días para empezar y para acabar, para reír y para llorar, para pasar de largo, para aguantar, para seguir  y para esperar.
Y hay días en los que necesito palabras de otros que me expliquen y música que me acompañe y los necesito más que el aire y el oxigeno que estudia mi hijo mayor y que le dicen hacen falta para vivir ( ¡qué cosas tan poco útiles se estudian en la escuela!). Con el tiempo, aprenderá que cada uno debe buscar lo que necesite para vivir.
Hay días de poesía.
Este es uno de mis poetas favoritos: Luis Garcia Montero. 
Disfrutadlo.

Confesiones

Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.


Yo te estoy esperando.
Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.


Y seguiré esperando.
Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
cuando el amor se abrace con la muerte
y se pongan mas serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.

viernes, 14 de febrero de 2014

Anomalías

Me han dicho algunos piropos a lo largo de estos años de vida que llevo, pero ninguno tan original como el de hace unos días, ni tan cierto, ni tan verdadero: "eres una anomalía en mi vida".

Yo también te quiero.





viernes, 7 de febrero de 2014

Te comento: "la apertura de puerta" (aviso 1)

Se que parecerá mentira, pero este tipo de aviso ya ha alcanzado el número suficiente como para ser considerado una categoría en si mismo. Recuerdo la perplejidad que me causó el primero, la indignación del segundo, el estupor del tercero al ver que aquello se convertía en norma y de ahí en adelante la resignación.

Estos avisos empiezan todos igual:

- Hola, mira, te comento: es una apertura de puerta.
- Perdón, ¿una qué?.
- Una apertura de puerta.
- ¿Ahora somos cerrajeros?.
- No, el cerrajero/ bomberos están de camino. 
- Entonces ¿a qué vamos?.
- Bueno, es para que estéis allí cuando abran la puerta, por si hay algo.
- Ah!........!!! 

Y acaban todos igual: cerrando la puerta por fuera.

AVISO 1:

- Hola, mira, te comento: es una apertura de puerta.
-......!!!!
- Nos llama una señora de unos 80 años, porque ha ido a casa de una amiga a buscarla para ir a misa de 11 y no le abre la puerta. Y tiene miedo de que le haya pasado algo.
- Ya. ¿Sabemos si esta mujer está en casa? ¿puede ser que haya salido a comprar?.
- Pues no lo sabemos. Estamos llamando al teléfono del domicilio y no contesta nadie. 
- Pero no vamos a tirar la puerta abajo porque no esté en casa o no le quiera abrir a esa señora,¿verdad?
- Eh... no. Bueno, el caso es que hay un vecino que tiene llave de la casa por si pasa algo y ya he hablado con él.
- Bien, pues que abra la puerta,entre y si hace falta algo vamos.
- Ya, pero es que no se atreve.
- Pues que le de la llave a la amiga.
- Pero me dice que como el depositario de la llave es él, que cómo se la va a dar a esa señora que no conoce de nada. Así que he pensado, (maaalo), que vayáis vosotros a abrir la puerta y si si hay algo pues actuáis.
- Pero ¿qué me estás contando?, ¿a ti te parece que éste es un tema sanitario?.
- No, pero puede serlo y yo creo que debéis estar allí.
- Ya, y  si lo que hay es un tesoro ¿qué tengo que hacer: le tomo la tensión o me lo quedo?
- Bueno, no hablemos mas, ¡id yendo!.
- Esta bien, pero llama a la policía para que vaya porque son los que deben y pueden entrar a un domicilio antes que yo y yo entro detrás de ellos.
- ¡Sí, claro, y movilizo todos los recursos!. Vais vosotros primero y si necesitas algo me vuelves a llamar.

Siete minutos más tarde, en el domicilio, vemos al vecino y a la amiga. 

- Hola, me pasas a "te comento".
- .....
- Sí, dime, ¿ya habéis entrado?
- No, este señor no quiere entrar y nosotros no lo vamos a hacer sin policía u orden judicial, porque esta mujer es autónoma y puede haber salido, ya que de hecho nos dicen que entra y sale sin horarios fijos; y nosotros no tenemos por qué entrar en su casa a nada. Así que te repito: manda a la policía.


Unos 10 minutos mas tarde apareció la policía, mucho más que asombrados con la situación que nosotros, para decirnos que sin orden judicial o sospecha de delito o integridad para las personas no entraban en el domicilio.
En fin, en éstas estábamos, en si pedir o no orden judicial, cuando se abrió la puerta del ascensor y salió Agustina tan feliz, con unos calabacines para hacer puré y otra bolsa de la carnicería porque iba a tener visita.


- Hola... fin del servicio.
- ¿Damos datos?. (teleoperador del centro coordinador... o lo que sea)
- Si, ¿qué necesitas?.
- Datos de filiación del paciente: nombre, apellidos...
- ¿Por paciente entendemos a una señora fue a hacer la compra, al vecino o a la amiga preocupada?
- ......... Pues el que estuviese peor....
- Entonces hay que buscar el paciente en otro lado.
- Pues pongo que no hay paciente, no hay problema ( me lo dijo con un tono de felicidad: como si hubiese resuelto el origen de los agujeros negros y las estrellas enanas). ¿Qué maniobras hicisteis?.
- Pues al principio intentamos las de razonamiento, después las de evasión y finalmente aceptación y ayudamos a meter las bolsa de la compra en casa.
- ¿Me estás vacilando?
- Pues no, pero es lo mismo que pensé yo. 

Una hora después de que sonara el el tf, volvimos a la base con el deber cumplido de ayudar al ciudadano en cualquier circunstancia. 
Vaya, como decía algún comentario en otra entrada, igualico que "héroes".