sábado, 19 de enero de 2013

ESAS FRASES...

Hay determinadas frases que, cuando las escuchas, te producen una reacción que va entre "la/lo mato" y "me mato"; o bien te hacen replantearte el aviso y no sabes si reír o llorar.
Además son frases que se repiten en contextos ditintos y que hacen pensar que no son fruto de un mal momento intelectual del que las pronuncia.

Pongamos unos ejemplos:

1.- Llaman por un paciente con antecedentes de cosas graves (y muchas) y te sueltan " sí, está malo, pero no se crea que estoy yo peor .Porque yo tengo:... (tatata) y estoy operado de:... (tatata)..."  Entonces ¿por qué no llama por usted?

2.- A la pregunta de "¿qué medicamentos toma?":  "Uy muchos, ahora no se... porque los que tengo aqui son los míos y no se vaya a creer que yo tambien tomo..." y acto seguido pasan a relatártelos, lo cual no te interesa, ni te importa, ni tienes curiosidad por saber.

3.- A la pregunta de "¿toma Seguril ( por ej)?" porque estás viendo la caja en la mesita del lado del paciente, invariablemente responden: "no, ése es mío que lo tomo porque blablabla".

4.- En un accidente con inconscientes y/o atrapados siempre hay algún testigo, trabajador del gremio o autoridad competente que dice: " no si ya decía yo que por lo menos tenían ... (y ahí, te sueltan la primera palabra médica que les venga a la cabeza) un neumotórax " , o "éste con menos de un escaner nada", o " si ya se veía que estaba muerta" ( y por qué llaman a un médico y no a la funeraria)

5.- Hoy mismo, hemos ido a una mujer que había fallecido, nos lo dijo el hijo, el yerno y la asistenta antes de que la viésemos. Parecía una cosa de lo más evidente;  pues todavía una señora de unos 50 años preguntó:
"¿ pero seguro que lo está?", Sí mujer sin duda. "¿ Pero seguro que no va a volver a levantarse y respirar?". Seguro. " A ver si después...", Que no mujer , que ésto no es una opinión es la realidad.
En el portal, me explicó la hija que la que había preguntado tanto era la nuera. Da que pensar ¿verdad?.


Son cosas que le añaden sal y pimienta al trabajo. Como alguna se me habrá olvidado cuando las vaya sufriendo o recordando haré otra reseña.



miércoles, 16 de enero de 2013

A veces

A veces, quiero decirte muchas cosas y no puedo,
y te pregunto: ¿cómo estás?,¿qué has hecho?,
porque todo lo demás queda en el pecho.

A veces, quiero abrazarte y no me atrevo,
por no romper tu sueño, tu silencio,
tus pensamientos..

Entonces quisiera salvarte,
llegar a tocarte, sacarte de allí,
y no solo esperar asustada
a que encuentres de nuevo
el camino a casa.


"A veces la compañía es suficiente", o eso dicen los que saben de silencios, de filosofía, de psiquiatría y cosas así. En ocasiones yo también lo creo e incluso lo digo, sin embargo, nadie me ha dicho nunca (para tener una idea), de cuánto tiempo estamos hablando cuando decimos "suficiente"  y "¿suficiente para qué?".

Es muy difícil estar al lado del que sufre, solo estar, sin que el sufriente te de permiso para entrar. No se si me explico.
Después ves y oyes, que hay grupos de ayuda externa para apoyar a los acompañantes y a mi no me parece mal si hay alguien al que le sirva. Pero a veces me pregunto si todo eso no produce más aislamiento y, al final, más incomprensión. 

Y así, con mis dudas, intento respetar silencios si no se prolongan más de lo insoportable ( para mi obviamente).