miércoles, 9 de noviembre de 2011

Llueve

Llueve, con una lluvia calmada y triste. Sabe que hoy no habrá consuelo para una niña rubia,  que ya estaba en pijama.
- " ¿Y mi papá?".
- " Papá  murió, mi niña".
No pudo decirle "se murió", porque los papás no hacen eso; a los papás hay que matarlos para que dejen solas a sus hijitas.

Estaba cansada, cansada y triste, por una tristeza que no era suya y que quizá en un rato tendria que olvidar.
Tocaba respirar, escribir y leer cualquier cosa al menos un rato antes de ir a dormir.

Recordo el poema de John Donne:
"Ninguna persona es una isla;
la muerte de cualquiera me afecta,
porque me encuentro unido a toda la humanidad;
por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas;
doblan por ti."

2 comentarios:

el chico de la consuelo dijo...

Jo, como toca este post la fibra!!

112 dijo...

Jo, como toca la realidad a veces!!.