viernes, 27 de enero de 2012

La mitad de la vida

Según las estadísticas, la vida media en el país eran 80 años (un poco más para ellas y un poco menos para ellos, aquí no hay paridad que valga); así que, los 40 suponían haber recorrido más o menos la mitad de esa vida.

Según  revistas de gente entendida, a esa edad había una crisis más o menos acusada y  entonces les daba a todos por hacer chorradas varias y, al parecer, en esto sí había paridad ( a veces le daba por pensar, si estas cosas pasarían también en países en los que la vida  costaba tanto que no tenían tiempo para crisis).
Era la época de "volver a sentirse joven": dejarse el pelo largo, ponerse pendiente, comprarse una moto, echarse un (o una, según los casos) amante, ponerse y comprar todos los potingues del mundo ("porque yo lo valgo"), salir por las noches para recuperar el tiempo perdido, hacer puenting u otra actividad similar que proporcione adrenalina para luego contarlo, etc.
Vaya, cosas que a nadie se le ocurría hacer antes de esa edad (salvo que ya  le gustasen ), porque hasta entonces "eras joven".
Estaba empezando a rondar esa edad y a estar rodeada de gente que estaba en ella. Y aún sin creerlo, ni quererlo, estaba por darle la razón a las revistas.
Ultimamente, estaba viendo muuuchas crisis. Y algunas además de trágicas (para los perjudicados, que siempre hay alguno) eran patéticas: ¡Había quien quería volver a ser adolescente!, por Dios.

No tenia explicación para lo que estaba sucediendo a su alrededor, pero la cruda realidad era que dos tercios de sus compañeros se habían separado. La mayoría de las veces con hijos por el medio. Y la mayoría de las veces por volver a sentirse jóvenes.
A ella le resultaba poco menos que alucinante, no por las separaciones en si, sino porque el motivo era que necesitaban "un cambio en su vida", "hacer otras cosas"... y efectivamente: todos se habían echado una nueva pareja (eso sí, mientras estaban con la anterior), habían comprado moto y/o coche estilo Audi TT (todo practicidad), se afeitaban, se duchaban, se teñían, se ponían a régimen estricto... lo que fuera, para volver a estar en el mercado y sentirse mas jóvenes y  lo ponían en facebook. Luego, con un par, afirmaban que "se había acabado el amor ".
¡ Qué cosas!.
De lo único de lo que estaba segura, era de que no parecían mas jóvenes ( ni jóvenas) en nada, salvo en lo egoístas e irresponsables que se habían vuelto. Alguna, incluso, había llegado a afirmar, que "los hijos tenían que ir viendo lo dura que era la vida".

En ocasiones no sabía qué pensar, porque su realidad era (o al menos asi la sentía)  muy distinta.
Ella nunca había añorado el tiempo pasado y pensaba que como ahora, nunca había estado tan bien. Pero se daba cuenta de que éso era algo que siempre le había ocurrido, en cualquier edad de la vida. Nunca añoró infantil cuando iba al colegio, ni el colegio cuando estaba en el instituto, ni el insti cuando estaba en la universidad, ni ésta cuando era residente, ni la residencia cuando ya trabajaba. No echaba de menos salir por la noche hasta las 5 de la mañana los fines de semana, ni estar soltera, ni estar sin hijos.Veia el futuro con  esperanza y con la certeza de que no todo seria bueno, pero de aquella ya veria.
No necesitaba mas cambios en su vida que los que ésta trajera.
No podia entender todas las explicaciones que le daban, aunque se esforzara.
No los juzgaba, pero no podia entenderlos.

Ahora tenia la incertidumbre de si le llegaria o no. Sabia que si le llegaba  no iba a saber por donde cogerla, asi que igual seria mejor dejarla pasar.





3 comentarios:

Los duelistas (videoblog de libros) dijo...

Me gusta el humor que deja en algunos de sus renglones. Con humor no hay crisis que se resista.

el chico de la consuelo dijo...

Yo no estoy en el mercado y también me ducho...no sé si para ti significa algo ;)

112 dijo...

Duelistas: bienvenidos.

Chico extraigo varias conclusiones:
1.- que no estés en el mercado me parece... lo normal.
2.- que te duches me parece... lo normal.
3.- cualquier excepción a lo anterior ... no me merece consideración.

4.- A mi alrededor se dan ambas excepciones.